desde la oficina se escucha el miau de un gatito diminuto.
miro por la ventana que da al pulmón de manzana y no veo nada en los techos.
no veo al gatito perdido y sigo escuchando su miau.
me duele cuando pasa eso de no encajar imagen con sonido.
o mejor dicho, cuando no encaja deseo con realidad.
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2 comentarios:
nos duele que haya por ahí un gatito muriéndose de amor en soledad.
ahh pobre flandito!
ahora, vos hablas de un gatito diminuto y no lo podes ver. habria que explicarle a la gente en general que muchas veces la diminutez no tiene una relacion directa con la pequeñez de la criatura, sino que es proporcional al grado en que muere de amor
me explico:
a mayor diminutez, mas muere de amor (y viceversa)
seguramente este gatito es tan pequeñito que lo podemos guardar en un monedero
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