cuando se rinde un examen pocos son los sujetos que no están sujetos a ningún ritual que llame la atención de la suerte. hay quienes no se cortan el pelo, o quienes se ponen la ropa que se pusieron aquella vez en que dieron un final con nota excepcional. Hay mucha gente que hace mucho de esto.
gero me contó que él iba a rendir siempre con su discman y que camino a la facultad lo escuchaba. cuando la tecnología y la modernidad lo obligaron a cambiar por un mp3, su suerte quedó por fuera porque ese día le fue mal en el final.
mi primer final desaprobado, me dijo con la mirada perdida.
cuando yo rendía algún examen tenía dos cosas obligadas: una era no bañarme para no lavar el conocimiento; y la otra era dormir con todos los apuntes, libros y fotocopias debajo de la almohada, como si fuera a quedarse impregnado en mi cabeza lo que esos textos insistían en decir. yo ya no curso (eso no es novedad) y no le rindo finales a nadie. pero si de rendir se trata, cuando tengo función uso siempre la misma bombacha (la lavo, eh?). no se por qué. no tiene ningún sentido, pero de verdad que no me sale muy bien la función si no tengo mi bombacha de función.
y bueh. cada loco con su cábala.