5.12.2008

tranquila

es increible como a la gente le gusta indignarse con otra gente. le gusta sentir su ira parte de un montón de otras iras. le cabe eso. nose... será que estar irasible solo no tiene gracia. asi que la gente, o esta gente, que no pudo subir a ninguna de las lineas de subtes esta mañana y que corría por donde yo podía verlos, se paraba en las esquinas, se pegaba a otros como ellos, con los sacos en la mano, los celulares al oido, los cigarrillos prendidos, se hacian caritas cómplices de indignación. hablaban bajito. refunfuñaban. se hacían comentarios. opinaban sobre lo que no conocían, pero opinaban igual, porque eso hace la gente que le gusta indignarse con otra gente.
yo, por el contrario, caminé desde mi casa al trabajo, dejando a mi novio en mario bravo porque sus jefes lo pasaban a buscar en auto. caminé y me fui sacando el abrigo. primero el pulover, después el saco que colgó del brazo algo así como veinte cuadras. en pueyrredón y corrientes me compré cuatro churros con dulce de leche. calentitos los churros. me comí dos. el resto fue a parar al bolsillo que no se cierra de la mochila de mi hermana. una mochila que nunca devolveré. caminé mucho y no me indigné. por el contrario, y esto es lo que la gente no sabe valorar, llegué tarde al trabajo con permiso porque la tardanza excedía a mi voluntad.

4 comentarios:

Shalena Mitcher dijo...

relajadiii, vos.

a mi me pasó algo parecido hoy. Decidí salir con una hora y media de anticipacón, así que no me afectaba el tránsito lento. Música a los oidos y amor al lunes...!

Igual yo amo indignarme. Lo que odio es indignarme en masa. Odio que me hagan cómplices de la indignación. Prefiero la ira personalizada, el face to face, el duelo en vivo y en directo...

nadie dijo...

evidentemente hay que viajar màs suelto.

polonia dijo...

este post se robó mi corazón.

creo que sos mi heroína urbana namber uan.


si. si.
lo sos.

Sabúl dijo...

Cuando me buscan con la mirada para indignarse conmigo, y me dicen con el pensamiento: "hm! tengo razón en ser un maldito fruncido, así que fruncite conmigo" -a veces también lo hacen cuando se sube un loquito al colectivo, para dejar en claro que... no se bien qué-, me les suelo reír en la cara. Me dan risa, no sé.

Churros calentitos... hummm...

Por cosas como esta es que sos mi amiga.


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